Noviembre, quedan unos 5 meses para la comunión. Es el momento de decidirse por el restaurante o el catering, elegir el vestido de comunión para las niñas o el traje para los niños, terminar de contratar la animación para la gran fiesta, escoger los detalles… Son tantas cosas las que hay que tener en cuenta que a veces se nos puede quedar algo en el tintero, por eso os dejamos algunos consejos para que vayáis por orden y no se os olvide nada.
Uno de los puntos más importantes de la lista es la ropa. No sólo nos referimos al traje de los grandes protagonistas del día, sino también a la vestimenta que llevará el resto de la familia. Cuanto antes tengan mamá y papá decidido qué se van a poner ellos y los hijos, antes podrán centrarse en los demás puntos de la larga lista de cosas que quedan por hacer. Claro que intentaremos ir lo más elegantes posibles, pero no olvidemos que los protagonistas serán nuestros hijos. Mejor ir cómodos para poder disfrutar con ellos, no crees?
El siguiente punto de la lista es el de escoger el banquete. Lo más sencillo es reservarlo en un restaurante o salón adaptados y especializados en este tipo de acontecimientos, pero si tenemos la suerte de tener un local o una casa lo suficientemente grande podremos darle un toque más íntimo a la celebración.
Una vez tengamos escogido el lugar de la celebración tendremos que tener en cuenta que los niños no aguantan mucho tiempo sentados, por lo que contratar alguna función de animación infantil siempre viene bien: magos, animadores, música y para poner el toque dulce, una Candy Bar, con la que pequeños y mayores podrán disfrutar de sus chuches preferidas.
Los recuerdos de comunión. Otro error que cometemos muchas veces es el de dejar los detalles de comunión para el final, y no nos damos cuenta que podemos quedarnos sin los regalos que nos habían gustado por falta de stock o tiempo. Lo ideal es que le echemos un vistazo unos meses antes, así tendremos tiempo para decidir qué nos gusta y cómo queremos presentarlo. Con todas las posibilidades que hay en el mercado podremos escoger entre sencillos recordatorios de comunión, llaveros grabados con el nombre y la fecha o lanzarnos a por detalles más originales y personalizados como bolsas y petates, tazas o espejos donde podremos plasmar cualquier diseño que nos guste, dándole siempre un toque especial a cada detalle.
Por último, y no por ello menos importante, habrá que contratar también el reportaje fotográfico. Desde fotos profesionales de estudio hasta las fotos con la boca llena de tarta o los últimos bailes en la discomóvil. Hay quien decide contratar el servicio de un fotógrafo profesional para inmortalizar estos momentos o quien tiene la suerte de tener a un amigo o familiar al que se le da bien hacer fotos, por lo que podrá ahorrarse algo de dinero.
Recuerda que la Primera Comunión es un momento mágico para nuestros hijos, hagamos que lo disfruten y guarden un gran recuerdo de ese día.